El envejecimiento activo es un concepto promovido por la OMS que defiende que llegar a una edad avanzada no implica dejar de vivir con plenitud. Al contrario: consiste en fomentar la participación, la salud y la seguridad para mejorar la calidad de vida a medida que cumplimos años.
Lejos de enfocarse solo en la salud física, el envejecimiento activo abarca también el bienestar emocional, social y cognitivo. El objetivo es que las personas mayores sigan siendo protagonistas de su día a día, con actividades que les estimulen y les conecten con su entorno.
Pilares clave del envejecimiento activo
Mantener el cuerpo en movimiento, con ejercicios adaptados y regulares.
Fomentar relaciones sociales, evitando el aislamiento.
Estimular la mente, con actividades cognitivas, lectura, juegos y conversación.
Sentirse útil y valorado, participando en decisiones y actividades significativas.
Cuidar la alimentación y el descanso, como base del bienestar general.
El envejecimiento activo como motor de bienestar y autonomía
El envejecimiento activo no solo mejora la calidad de vida a nivel individual, sino que también fortalece el tejido social y familiar. Cuando nuestros mayores mantienen su independencia, participan en actividades y se sienten valorados, se fomenta un entorno más saludable y enriquecedor para todos.
Este enfoque promueve la autonomía, la autoestima y un sentido de propósito que contribuyen a reducir la dependencia y mejorar la salud emocional. Además, la participación activa en la comunidad genera vínculos intergeneracionales que enriquecen tanto a mayores como a jóvenes, creando espacios de aprendizaje y apoyo mutuo.
Adoptar el envejecimiento activo es, por tanto, una apuesta por una sociedad más inclusiva y respetuosa con quienes han acumulado experiencia y sabiduría a lo largo de su vida.
En nuestras residencias, este enfoque forma parte del día a día. ¿Te gustaría conocer más sobre nosotros? Contáctanos.